viernes, 24 de junio de 2022

esto de hacerse mayor.


Dicen que empezamos a envejecer y darnos cuenta de ello, cuando al agacharnos para algo, de nuestra boca surge un sonido.
Es como los solsticios, uno no se percata aún  que la duración del día ya no es la misma y que decrece o aumenta inexorable y despacio, tan despacio que vas a darte cuenta cuando la evidencia te lo echa en la cara.
Pero está bien, cada edad tiene sus experiencias y sus perspectivas y la vida, después de todo es una experiencia de aprendizaje. 
Tengo la ventaja,  de que me ha gustado siempre tener una relación cordial con cada etapa de mi vida si bien algunas, han sido peores que otras como es normal.
Quizá porque se acerca esa edad de la jubilación, uno puede llegar a pensar que tener sesenta años es acerse a la epoca final de la existencia plena y no, estoy convencido de que la mejor edad es siempre la que se tiene y que tener más de sesenta es un premio de la vida y una oportuidad para aprovechar la experiencia existencial acumulada; la edad de la jubilación no es otra cosa que una meta artificial, más relacionada con el fin de la época productiva, que con el fin de la experiencia existencial que después de todo, es lo más importante.
También es cierto que mi perspectiva optimista, se debe a que disfruto de buena salud y bastante lucidez mental, otras personas ya están cascadas y cansadas y el futuro no lo ven con tanta esperanza.
Otras personas de mi generación e incluso más jóvenes ya no están; la suerte de la vida, es también como la tropa de soldados en tiempos de guerra, llevados al frente y expuestos. 



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Llevo dándole vueltas a si merece la pena tener una página de Facebook para divulgar las entradas de este blog. He estado leyendo lo que hay...